La sombra del dopaje vuelve a sobrevolar el atletismo español
4 minutos de lecturaDeporte de Primera USA Agencias
La suspensión provisional de Mohamed Katir por parte de la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) por una «infracción de las normas derivada de tres fallos de localización en los últimos doce meses» vuelve a provocar que la sombra del dopaje sobrevuele el atletismo con un protagonista que en los últimos tres años había renovado la ilusión del mediofondo español. La irrupción en 2021 de Mohamed Katir en el panorama internacional supuso un soplo de aire fresco para el mediofondo español, que, pese a contar con grandes atletas en los últimos años, parecía vivir una travesía en el desierto sin una gran figura de referencia que marcase a una generación, como anteriormente hicieron corredores de la talla de Fermín Cacho, Reyes Estévez o Juan Carlos Higuero.
Entre el 10 de junio y el 13 de julio de 2021, Mohammed Katir irrumpió con fuerza en el panorama atlético batiendo tres plusmarcas nacionales (1.500, 3.000 y 5.000) en apenas 33 días y poco después, en los Juegos Olímpicos de Tokio, se metió en la final de los 5.000, quedó octavo y se llevó a casa un diploma.
Doce meses después, el corredor murciano vivió su verano soñado con dos medallas, una de bronce en 1.500 en el Mundial de Eugene (Estados Unidos) -la primera española en la distancia en un Mundial desde 1999- y otra en el Europeo de Múnich (Alemania) en 5.000. Fueron su consagración, en ese momento con apenas 24 años, como un gran atleta pero, sobre todo, como la gran ilusión del mediofondo español, que estaba ávida de ídolos que volviesen a arrastrar a las masas a los estadios y a la audiencia delante de la televisión.
Con todos los focos sobre su figura, Katir volvió a demostrar su ambición en 2023, en los que se colgó un oro en los Juegos Europeos de Polonia y una plata en los 5.000 del Mundial de Budapest, dónde tuteó al noruego Jakob Ingebrigtsen, con el que mantiene una bonita rivalidad que pretendía escribir su siguiente capítulo en los Juegos Olímpicos de París.
Ese capítulo tiene difícil escribirse porque pese a la intención de recurrir la sanción provisional, Katir sabe que los plazos y las decisiones en este tipo de materias son lentos y, aunque su objetivo es lograr una cautelar, las esperanzas no son muy altas, sobre todo viendo los antecedentes con otros atletas.
Más allá de los resultados, la personalidad de Katir, con su descaro, atrevimiento y confianza corriendo, le habían dotado de un aura de atleta cinco estrellas llamado a marcar una época sin tener miedo a rivales y con una ambición enorme. Quizá esos valores los aprendió en su infancia y juventud. Vivió en Huesca de pequeño pero desde los cinco años reside en la localidad murciana de Mula. Está muy apegado a su familia y a su pueblo y siempre ha sido de mostrar valores firmes y objetivos claros.
Respetando la presunción de inocencia, lo que es innegable es que el daño de esta sanción provisional a Katir supone un golpe muy duro al atletismo español, que estaba viviendo un momento dulce en cuanto a resultados de élite del mediofondo con una generación que también incluye a Mariano García, Adrián Ben y Mario García Romo. Además, la figura del murciano, como reclamo para las nuevas generaciones, estaba despertando una ilusión tremenda entre el aficionado, como se pudo comprobar en la última San Silvestre Vallecana o en la carrera nocturna de San Antón, en Jaén, en la que la que se llevó los masivos aplausos de los asistentes.
Tras conocerse la sanción de la Unidad de Integridad del Atletismo, la Real Federación Española de Atletismo no titubeó y decidió suspender «de manera inmediata» la licencia del atleta español, reiterando «su posición firme y contundente en contra del dopaje en el deporte» y recordando que un atleta suspendido provisionalmente o con un expediente abierto por dopaje o disciplina no cumple con los criterios de elegibilidad aprobados» por la Junta de Gobierno de la RFEA en la circular 194/2017.
Ese comunicado de la RFEA va en concordancia a lo manifestado el pasado 19 de enero, cuando en otro texto, ante el anuncio público realizado por el entonces director de la CELAD, José Luis Terreros, sobre la sanción provisional impuesta a dos atletas españoles por «una presunta infracción de las normativas antidopaje», se procedió «de forma inmediata a implementar dichas sanciones conforme a lo establecido en la normativa aplicable mostrando su contundente posición en contra del dopaje».
David Ramiro
(c) Agencia EFE