Berenice Muñoz dejó el fútbol porque no podía vivir con 8 mil pesos que le pagaba Querétaro de la liga mexicana
3 minutos de lecturaDeporte de Primera USA Por Omar Peralta
El nombre de Berenice Muñoz entró en la historia del futbol el 28 de julio de 2017. Ese día, la delantera de 17 años marcó el primer gol de todos los tiempos en la Liga MX Femenil. El partido terminó con marcador de 3-0 favor a su equipo, Pachuca, que venció a Pumas. Aquel torneo fue mágico: llegaron a la Final de Liga contra Chivas para protagonizar una historia que, seis años después, se puede considerar como la piedra de toque el futbol femenil profesional en México.
Pero Muñoz, como tantas de sus colegas, enfrentó un problema que la llevó a dejar el futbol: la falta de sueldos competitivos. Según reconoció en entrevista con ESPN, todo partió de una especie de confusión, porque no quería retirarse como tal, pero en junio de 2022 decidió que debía tomar un descanso del futbol. No era sostenible: no salía a plazas y recibía un apoyo de dos mil pesos de su municipio, Cuautepec Hinojosa (Hidalgo), por ser una deportista destacada, y también el respaldo de sus padres; el sueldo que percibía en el futbol sencillamente no era suficiente.
Muñoz confesó que se retiró del futbol ganando 8 mil pesos mensuales en Querétaro. «Yo me retiré por cuestiones económicas, principalmente. Sabemos que la Liga MX Femenil no es bien pagada, no sé si ya mejoraron los salarios. Sabemos que con lo que pagaban, no se puede vivir. Y teníamos qué pagar renta, teníamos qué pagar transporte, el traslado a las canchas. Me retiré ganando 8 mil pesos al mes y pagaba 3 mil 500 pesos de renta; vivía con dos compañeras (Jazmín Enrigue y Fátima Delgado), y cada una pagábamos eso, porque la renta era de 9 mil pesos», explicó en la entrevista con ESPN la exjugadora que ahora funge como directoria del Consejo Municipal del Deporte de su municipio.
Si realmente se pretende que el futbol femenil crezca en México, los clubes del futbol mexicano tendrían que cumplir con un precepto elemental: que las jugadoras puedan vivir de su trabajo. Porque un lugar común al hablar de los bajos sueldos que se ofrecen en el futbol femenil radica en decir que, como no se dedican completamente a ellos (muchas jugadoras son profesionistas), entonces el dinero que reciben es más bien un apoyo, como si debieran dar las gracias por ese sueldo. ¿Por qué perder de vista que se está hablando de futbol profesional? No es cualquier cosa: es la máxima categoría de un deporte organizado, y de un deporte que en su contraparte varonil cuenta con jugadores que, sin garantizar resultados, cobran muy bien.
En una entrevista con Moris Dieck, Miguel Layún contó que los sueldos «más bajos» para un futbolista hombre que apenas va empezando son de 20 mil o 30 mil pesos. Y según un estudio de Global Sports Salaries Survey, un canterano de equipos como América, Chivas o Cruz Azul puede ganar cifras que van de los 15 mil a los 50 mil pesos. Y esa cantidad suele subir muy rápido. Ni hablar del dinero que se le paga a las grandes estrellas. ¿Hay voluntad de los directivos del futbol en México para hacer crecer el futbol femenil? Porque sí, se puede decir que es una liga nueva, pero su crecimiento es sostenido y eso es gracias a las jugadoras, y a algunos clubes que trabajan bien.
«Sabemos que el futbol varonil lleva muchísimos años y el femenil es un ‘bebé’, literal. Creo que eso se dará con el paso del tiempo. A mí me ha tocado picar piedra y recibir salarios muy bajos, y en realidad hacemos lo mismo que hacen los chicos. No sé si meter más gente a los estadios, que paguen boletos más caros; posiblemente eso pueda ser», explicó Muñoz sobre cuáles serían las vías para que el futbol femenil puede obtener mejores ingresos.
El asunto es complejo porque, a pesar de la aceptación con lo que ha contado la Liga MX Femenil, a nivel televisivo se ha ponderado que sus partidos vayan a la televisión restringida y eso no es sano en una etapa de crecimiento, porque de ese modo a la afición se le niega la opción de seguir la Liga e identificarse con los equipos y jugadoras.