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La brasileña Lucchesi baja a Segunda para pelear por la salvación en Ceuta

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La jugadora brasileña Gabi Lucchesi, que hace dos años llegó a España para jugar con el Gran Canaria Teldeportivo de la Primera División nacional, ha decidido bajar un escalón para militar en Segunda y ayudar a un equipo de Ceuta a luchar por la salvación de la categoría. La ala zurda Gabriela Dias Lucchesi, natural de Caraibas (Bahía) llegó a nuestro país en verano del 2021 para reforzar al equipo canario de la máxima categoría del fútbol sala nacional, con el que consiguió el ascenso a Primera y con el que ha militado hasta diciembre en la máxima competición española.

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Gabi Lucchesi, en su primera experiencia en Europa después de haber centrado su carrera profesional en Brasil, acaba de firmar por el equipo de la Comandancia General de Ceuta (COMGECEU) que milita en el grupo III de la Segunda División Nacional de fútbol sala, que está en la zona baja de la clasificación.

El equipo ceutí lucha por no perder la categoría en un grupo donde descienden cuatro conjuntos y, en la actualidad, está clasificado en la décima plaza -la última para no descender- a sólo dos puntos de la zona de peligro.

RETO

Natural de Bahía, uno de los veintiséis estados brasileños ubicado en la región nordeste del país y el cuarto más poblado con cerca de 15 millones de habitantes, optó por vivir su primera experiencia fuera de su país.

«España nos lleva la delantera como cultura colectiva, ya que en Brasil destacan las jugadas individuales. Hemos hecho un gran progreso y tenemos muchos equipos de calidad pero nos falta la profesionalización del deporte», ha comentado en una entrevista con EFE.

«Antes de venir a Ceuta tuve dos ofertas de clubes de Primera como el Marín Futsal y el Viaxes Amarelle pero mi vida siempre ha sido un desafío y decidí firmar con el COMGECEU porque me dijeron que necesitaban ganar al menos 7 de los 12 partidos que quedan para mantenerse en Segunda», ha afirmado la jugadora, que es la segunda de una familia de cuatro hermanos (dos varones y dos mujeres).

La brasileña ha reconocido que «ser extranjero y no entender completamente el idioma lo hace difícil», pero ahora mismo está «encantada» porque ha encontrado «gente buena y educada: y lo que más valoro es el respeto ya que todos me tratan muy bien», dijo.

Gabi tiene claro lo que quiere aportar en esta nueva etapa: «quiero aportar goles para ganar partidos, mantener la categoría y cumplir con el objetivo del club», donde también se ha encontrado con otras tres brasileñas como Martinha, María y Morgana, «lo cual ha sido fundamental en mi elección para no estar sola y que se me haga más fácil».

El salto de su país es prácticamente obligado. «Toda deportista sueña con jugar en Europa, aquí están los mejores equipos y para las brasileñas tenemos una mejor calidad de vida, además de más visibilidad».

TRAYECTORIA

Gabi comenzó su trayectoria en fútbol sala, fue cuatro veces campeona de Bahía, y posteriormente saltó al fútbol once para jugar como centrocampista y extremo en equipos de Primera y Segunda División de su país, entre ellos la Juventud de Vitoria da Conquista, Ipatinga, Mineira y Vice, entre otros.

«Un problema familiar me hizo dejar el deporte porque tenía que tomar una decisión como seguir jugando o cuidar a mi abuela que me necesitaba. Estuve ocho meses cuidándola en el hospital, era lo correcto y luego recibí una propuesta de un gran club con historia como el Esporte Club Bahía, donde estuve dos años, fui campeona y ascendimos a Primera», ha señalado.

Posteriormente, militó en el Minas Brasilia FC hasta que recibió la oferta para venir a España. «Tengo unos vídeos en internet jugando a fútbol sala y me mandaron una propuesta del Teldeportivo de Canarias, lo cual acepté porque siempre me gustó más el fútbol sala y vi una nueva oportunidad».

En tierras canarias fue campeona en Segunda y ascendió a Primera.

«No fue fácil porque tuve muchas dificultades al ser otro país, otro idioma, otra zona horaria y un estilo de juego muy diferente, por lo que el proceso de adaptación fue duro pero los dos años en Telde me sirvieron de lección», indicó.

No obstante, ha valorado a EFE su experiencia canaria «como un gran aprendizaje, era la primera vez que salía de mi país y tenía un poco de miedo pero quedamos campeonas y ascendimos. Es importante que la gente acuda al pabellón a vernos para apoyarnos porque el fútbol sala femenino lo necesita».

Desde la distancia, lógicamente, añora su país, «sobre todo a la familia y amigos, ya que la vida de un deportista es muy solitaria: siempre estamos lejos de las personas que queremos y nunca podemos ir en fechas señaladas, pero hay que seguir trabajando y luchando por el sueño», comentó.

Gabi Lucchesi, que se muestra como una «apasionada» de la historia y que se ha «enamorado» de las Murallas Reales de Ceuta del siglo XIV, seguirá apostando por su sueño en nuestro país.

En otro club en otra ciudad pero «con las mismas ganas y ambición porque a veces hay que dar un paso atrás para volver hacia adelante con más fuerza».

Rafael Peña

(c) Agencia EFE

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