Chiqui Tapia, de ser un dirigente en la Liga B de Argentina a convertirse en el reemplazo perfecto de Julio Grondona
3 minutos de lecturaPor Rodrigo Herrejòn Chàvez
Claudio “Chiqui” Tapia ha conseguido el título más esperado para Argentina. La gestión de Tapia acaba de llegar a la cumbre después de cinco años desde que llegó a la silla más importante del futbol argentino. En un año, el equipo albiceleste ha conseguido ser campeón de Copa América y de la Copa del Mundo, cuestión que hacía años que no pasaba y que tenía a los argentinos con la máxima presión que cualquier otro cada que disputaba un torneo.
Antes de que el Chiqui se convirtiera en el presidente de la AFA estos últimos títulos llegaron cuando el presidente de la misma organización era un tal Julio Humberto Grondona, el dirigente más exitoso de la historia de la Selección Argentina. Bajo su mandato, que fue desde 1979 hasta su muerte en 2014, el combinado albiceleste consiguió un campeonato del mundo, las medallas de oro en Atenas 2004 y Pekín 2008, la Copa Confederaciones de 1992 y las Copa América de 1991 y 1993. Además de seis campeonatos juveniles Sub-20. Claro, en 35 años al frente de un país que tiene talento, el palmarés no podía ser menor.
Después de la muerte de Grondona en pleno Mundial del 2014, por la presidencia de la AFA pasaron Luis Segura (2014-2016) y Armando Pérez (2016-2017). Ambos, tuvieron que lidiar con las derrotas de la Copa América del 2015 y la Copa América Centenario. Los dos directivos tuvieron un proceso corto que no entró en discusión en cuanto a resultados, porque estuvieron cerca de conseguir los títulos, pero al final no lo consiguieron. Por si fuera poco, Pérez se tenía que enfrentar a la decisión de Messi de no regresar al combinado nacional.
Tapia llegó en 2017, después de un paso por la Liga B de Argentina y conseguir el ascenso con el Club Atlético Barracas Central y una larga carrera dentro de ese club. Sin embargo, a la par realizaba actividades directivas de la AFA, como en 2015, que fue seleccionado como vicepresidente segundo y que, a partir de ese momento, acompañó a la escuadra albiceleste en giras y en torneos. Por ello formó una estrecha relación con varios jugadores que se mantienen desde entonces.
Para marzo del 2017, se convirtió en el nuevo presidente tras las elecciones internas de la AFA. El único fracaso latente durante su gestión ha sido la participación en Rusia 2018, que hoy ha quedado en el olvido. Ratificó a Lionel Scaloni como el técnico nacional, a pesar de las múltiples críticas, y ahora celebra las mieles de la victoria. En tiempo menor, Tapia ya consiguió los dos máximos trofeos que Grondona tardó casi 10 años en poder lograr. En cuanto a palmarés, el Padrino Grondona lleva la ventaja, pero eso no es ninguna referencia para demeritar que la gestión de Chiqui ya consiguió lo más importante