El Sevilla alcanza de nuevo la gloria con su sexto título
5 minutos de lecturaEl Sevilla, con un doblete del holandés De Jong y un gol de chilena del brasileño Diego Carlos al filo del último cuarto de hora, alcanzó de nuevo la gloria al ganar al Inter (3-2) y conquistar su sexto título de la Liga Europa en una final muy reñida y en el año más difícil, marcado por la pandemia de coronavirus. Después de un primer tiempo eléctrico, con un tanto del belga Lukaku que remontó Luuk de Jong con un doblete antes de igualar de nuevo el uruguayo Godín, el Sevilla se mostró muy sólido en el segundo tiempo y, aunque el Inter pudo adelantarse en un mano a mano de Lukaku que salvó el meta Bono en el 65, tuvo la pelota, mantuvo la fe y agrandó su leyenda con el 3-2 de Diego Carlos a 16 del final.
Por Curri Carrillo
Tras una fase final muy dura en Alemania, marcada por la pandemia y sin público en los estadios, Sevilla e Inter se lo jugaban a todo o nada en el Estadio de Colonia, donde ambos querían sacar rédito a los ímprobos esfuerzos hechos para superar a rivales como Roma, Wolverhampton y Manchester United, en el caso del Sevilla, y Getafe, Bayer Leverkusen y Shakthar, en el del Inter.
Se medían un ‘gigante’ como el equipo ‘neroazzurro’, uno de los mas laureados de Europa -triple ganador de la Copa de la UEFA/Liga Europa o de la Champions en 2010- y el Sevilla, ‘Rey’ del torneo con cinco títulos; y ambos con la misma ilusión por seguir haciendo historia, una ambición y unas ganas que se notaron desde el inicio.
Los sevillistas, con el mismo once que en los anteriores tres choques, salvo la entrada del holandés De Jong por En-Nesyri, avisaron de salida con un tímido tiro del brasileño Fernando Reges que despejó la zaga y se convirtió en la primera contra rápida del Inter, su gran arma, con nefastos resultados para los andaluces.
Romelu Lukaku se fue en potencia del brasileño Diego Carlos, que le derribó dentro del área y cometió su tercer penalti seguido en esta fase final -ya lo hizo ante el Wolves y el United-, una pena máxima que el goleador belga convirtió de tiro ajustado en su gol número 34 esta temporada y en el 0-1 a los 5 minutos.
Lo que parecía que iba a ser una auténtica losa para los de Julen Lopetegui no lo fue, pues el conjunto español se repuso muy rápido y, moviendo bien el balón, igualó de nuevo un choque con mucho ritmo a los 12 minutos, con un cabezazo inapelable de De Jong tras un centro medido desde la derecha de Jesús Navas.
El dinamismo siguió siendo la nota dominante. El Inter pidió sin éxito un penalti por manos de Diego Carlos que no concedió el árbitro, tras la revisión del VAR, y buscó siempre la velocidad de Lukaku, aunque no tuvo opciones claras ante el control sevillista.
El equipo hispalense intentó tener más el balón a la espera de alguna buena ocasión, y ésta llegó a doce minutos del descanso con un golazo de nuevo de De Jong, que cabeceó en parábola y en el segundo palo un buen lanzamiento de falta del argentino Banega.
El 2-1 no achicó al Inter, que dos minutos después, en el 35, equilibró otra vez la final al hacer el 2-2 con un gran cabezazo entre una maraña de jugadores tras una falta botada por Brozovic, en tanto que en el Sevilla el argentino Lucas Ocampos lo intentó al filo del descanso, pero se topó con el meta esloveno Handanovic.
En la reanudación, el ritmo del juego bajó, algo lógico por el gran esfuerzo realizado en la primera mitad, y quizás con ambos equipos más precavidos para evitar riesgos, pero los italianos, fuertes atrás, buscaron rápidos aunque puntuales ataques, como en un tiro de Gagliardini que despejó, providencial, Diego Carlos.
Los sevillistas no se amilanaron, se hicieron con el dominio del balón y, en una jugada personal por la izquierda, Sergio Reguilón trató de sorprender con un remate que se estrelló en el lateral de la red a los 57 minutos, si bien el peligro del Inter, con Lukaku sobre todo, siguió latente y estuvo a punto de marcar en el 65.
Las ocasiones eran menos claras, con los dos conjuntos presionando a su rival para evitar ocasiones y con la intensidad con la que podían, pues el esfuerzo ya empezó a hacer mella en ambos y así Lopetegui tuvo que sustituir a Ocampos, tocado en una rodilla, por Munir El Haddadi a los 70 minutos.
El inglés Ashley Young lanzó con peligro una falta que despejó con los puños Bono. Sin embargo, en el Sevilla, que nunca perdió la fe ni la cara a la final, Banega, el gran timón de su equipo, puso un magnífico balón al área en una falta y el rechace lo recogió Diego Carlos para marcar el 3-2 con una espectacular chilena.
El brasileño tuvo la ayuda, paradójica, del goleador interista Lukaku, que, en su intento de despeje, desvió al fondo de la red un balón que parecía que se iba fuera. A partir de ahí, el técnico ‘neroazzurro’, Antonio Conte, hizo un triple cambio metiendo en el campo a Eriksen, Moses y el chileno Alexis Sánchez.
No le dio resultado, pues, después de que Jules Koundé pudiera marcar el 4-2 en un cabezazo que se le fue alto, el Inter atacó sin cabeza y a la desesperada en pos del empate, como en un barullo en el área en el que un remate de Alexis lo salvó Koundé en la misma línea de gol.
En la recta final, el Sevilla aguantó las intentonas del Inter y amarró su sexto título de la Liga Europa para agrandar su leyenda.
– Ficha técnica:
3 – Sevilla: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos (Gudelj, m.86), Reguilón; Joan Jordán, Fernando, Banega; Suso (Franco Vázquez, m.77), De Jong (En-Nesyri, m.85), Ocampos (Munir, m.70).
2 – Inter de Milán: Handanovic; Godín (Candreva, m.90), De Vrij, Bastoni; D’Ambrosio (Moses, m.78), Barella, Brozovic, Gagliardini (Eriksen, m.78), Young; Lautaro (Alexis Sánchez, m.78), Lukaku.
Goles: 0-1, M.5: Lukaku, de penalti. 2-0, M.12: De Jong. 2-1, M.33: De Jong. 2-2, M.35: Godín. 3-2, m.74: Diego Carlos.
Árbitro: Danny Makkelie (Países Bajos). Amonestó a los sevillistas Diego Carlos (m.4) y Banega (m.44), y por parte interista a su entrenador, Antonio Conte (m.18), Barella (m.41), Basconi (m.55) y Gagliardini (m.73).
Incidencias: Final de la Liga Europa 2019-20 disputada a puerta cerrada en el Estadio de Colonia (Alemania). Césped en perfectas condiciones.
EFE