El PSG, un club joven regado de dinero catarí
4 minutos de lecturaEl once de ensueño que ha completado el PSG con Leo Messi comenzó a gestarse hace una década con el desembarco en su capital de un fondo catarí. La presidencia de Nasser Al-Khelaifi dio dimensión mundial a un joven club fundado en 1970, fruto de la fusión entre el París FC y el Stade Sangermanois. El fichaje del argentino por dos temporadas más una opcional corona un proyecto que sueña en grande y que tras haber triunfado en el campeonato nacional aspira a hacerse con la Liga de Campeones, siguiendo así la hoja de ruta marcada por los cataríes.
«Hubo gente que cuando llegamos se decía qué van a hacer en el club. Teníamos mucha ambición, un proyecto futbolístico, y estoy muy orgulloso de dónde hemos llegado», dijo este miércoles Al-Khelaifi en la presentación en rueda de prensa de su nuevo jugador.
Hacerse con el seis veces Balón de Oro es el golpe de efecto definitivo, mediático y financiero, tanto para el fondo QSI como para su presidente, cercano al emir de Catar, a un año del Mundial en ese emirato.
«Es un excelente activo para el club. Ahora todo el mundo quiere ver el PSG de Messi, lo que aumenta el valor de otros clubes», reconoció este miércoles Al-Khelaifi, contento igualmente con el impacto comercial del jugador, del que se agotaron las camisetas con su dorsal, el 30, en su primer día de venta.
Messi, de quien no se ha filtrado su nuevo salario, aunque la prensa apunta a los 40 millones de euros anuales, es el último eslabón de una sucesión de históricos fichajes en esta última década, que comenzó con Javier Pastore en 2011 por 42 millones y marcó un récord con Neymar en 2017 a cambio de 222.
El delantero llega a un club que atesora nueve Ligas, 14 Copas de Francia, nueve Copas de la Liga, 10 Trofeos de Campeones y una Recopa de Europa (su único logro internacional).
Logró sus primeros títulos en la década de los ochenta, con dos Copas de Francia y su primera Liga.
En los años 90, cuando reclutó a jugadores de la talla del brasileño Raí, el liberiano George Weah o el francés Ginola, se hizo famoso por sus épicos enfrentamientos en Europa ante el Real Madrid y el Barcelona.
Y en los 2000, menos prolífico en títulos, contó en sus filas con nombres como el brasileño Ronaldinho, que luego ficharía por el Barcelona, o el portugués Pauleta.
Con la llegada de Catar en 2011, el PSG se ha posicionado como referente indiscutible en el campeonato nacional.
INVERSIONES MILLONARIAS
Un referente que aceleró sus ambiciones con los cataríes, que en esta última década han desembolsado cerca de 1.300 millones en inversiones en fichajes.
«Hemos respetado las reglas desde el primer día. Antes de hacer cualquier cosa, nos reunimos con nuestros equipos jurídicos y financieros. Si hemos fichado a Leo es porque podemos», decía este miércoles Al-Khelaifi, que en junio se vanagloriaba de que el PSG se haya convertido «en una de las principales franquicias del deporte en el mundo e incluso en la más dinámica de los últimos tres».
El equipo accedió a la primera división en 1974 y comenzó entonces a atraer a sus primeras estrellas, como el argelino Mustapha Dahleb o el argentino Carlos Bianchi, que este miércoles defendió que Messi forma un tridente «increíble con Mbappé y Neymar».
Es un club todavía joven que ha sabido tener contenta a la ambición a pesar de no haber conseguido todavía la ansiada Champions.
«Lo que le está pasando al club es una locura. Una estrella detrás de otra. Cada año nos compra grandes jugadores. Es fabuloso», recalcó este miércoles a EFE Mario, uno de los cientos de aficionados que se compraron la nueva camiseta oficial del internacional argentino.
El PSG nació con el apoyo de 20.000 suscriptores, socios desde el primer momento, deseosos de tener un gran club en la capital francesa.
Ese origen modesto ha adquirido ahora cifras multimillonarias, a la altura de la élite del fútbol europeo, que también se refleja en su contribución a las arcas públicas.
Según un estudio de junio del Centro de Derecho y de Economía del Deporte de Limoges (CDES), el PSG ha pagado 1.900 millones de cotizaciones e impuestos en 10 años.
Marta Garde
(c) Agencia EFE